Denuncia detrás de protesta feminista en México marcada por contradicciones
Videos de cámaras de seguridad captan a la presunta víctima en el lugar de los hechos contradicen su versión de la historia.
El mes pasado se presentó una serie de protestas a causa de la indignación del sector de feministas con respecto a varios casos de abuso, donde varias de ellas terminaron en agresión personal a periodistas, políticos y daños a la propiedad.
El primer caso y más emblemático fue el que originó el hashtag #NoMeCuidanMeViolan, presuntamente ocurrido el 3 de agosto. ¿Lo recuerdan aún? Hoy veremos las reflexiones que ha provisto el tiempo (y la evidencia) sobre esto.
El caso
Este caso consistió en la supuesta violación de una adolescente de 17 años que fue supuestamente violada por 4 policías. La joven declaró que caminaba de regreso a su casa cuando una patrulla la interceptó. Entonces, dos policías se bajaron a hablar con ella y se ofrecieron a llevarla. Ella se negó, pero según su declaración, recogida por varios medios de comunicación, la forzaron a subir.
[irp]
El acto consistió en que luego de que un amigo la dejara a dos cuadras de su casa alrededor de las 2 am, mientras iba caminando una patrulla conducía lentamente aunque ella trató de evadirlos resguardándose en casas. Ello no funcionó y fue interceptada por los agentes, quienes se ofrecieron a llevarla pero ella no aceptó. Luego de negarse, los agentes la subieron por la fuerza diciéndole que se quitara su suéter, pero ella también se negó a hacerlo, por lo que uno se lo arrancó y luego fue abusada por cada uno.
Las declaraciones de la »víctima»
Según la declaración recogida por varios medios de comunicación como de la joven supuestamente violada, informan Infobae, Excelsior y Nación321:
‘‘Yo les dije en varias ocasiones que no quería, y me subió en el asiento trasero junto a la ventana del lado derecho, luego los dos policías que iban en ese asiento quedaron a mi costado izquierdo, en ese momento el policía que estaba a mi costado izquierdo me dijo que me quitara a la ropa, y los dos policías que iban en los asientos delantero dijeron que sí, que me la quitara’’
‘‘Yo les dije que no porque me quería ir a mi casa, momento en que el policía que estaba a mi costado izquierdo me jaló el suéter que traía puesto, al sentir eso yo empecé a gritar, pero no me salía la voz porque tenía mucho miedo, y quise abrir la puerta del vehículo pero no pude abrirla, momento en que el sujeto que estaba a mi costado izquierdo con su mano derecha sujetó mi muñeca izquierda y con su mano izquierda sujeto mi muñeca derecha, inmovilizándome’’
La evidencia: ¿En realidad pasó eso?
No obstante, hubo varias filtraciones de información que contradicen esta historia. Cámaras de seguridad en las calles muestran que en principio la joven va caminando y se resguarda en casas, llama a los timbres, toca puertas, pero no hay ninguna patrulla. La patrulla llega minutos después de que esta mujer actuara de forma extraña, y fueron 2 patrullas las que llegaron al lugar. Luego, nada más 2 minutos después, llegan 2 patrullas más. 20 minutos después llegó una ambulancia. En ningún momento aborda la patrulla.
Investigaciones periodísticas que tuvieron lugar después de darse a conocer el supuesto evento, recogen declaraciones de vecinos del lugar que conectan con la evidencia. Dicen que nunca estuvo en la patrulla, nunca fue agredida, nunca estuvieron encima de ella y de hecho, las patrullas llegaron porque un hombre llamó después de que la joven tocara a su puerta. El entrevistado dijo: «Jamás la perdí de vista, nunca la subieron los policías, todo el tiempo estuvo en la puerta de mi casa». De hecho, incluso se puede ver a un transeúnte en la escena, además de las 4 patrullas y los oficiales.
Este puede ser el joven que declara a Milenio:
“Estaba a un costado de la puerta (ella), usaba una chamarra y su cabello se veía bien peinado. Tenía la cara cubierta con las manos, pero su cabeza dirigida hacía el timbre (…) (los policías) vestían su uniforme de manera normal, estaban abajo de la banqueta y no se acercaban hacia ella; no los vi nerviosos ni desfajados.”
Algunos detractores de las pruebas argumentan que hay un desfase horario, lo que induce a creer que fue cortado. La solución a esto es que primero se puede verificar la coherencia de la secuencia de hechos si se comparan ambas cámaras. Segundo, se puede contrastar con los testimonios y también muestra coherencia. Tercero y más importante, el desfase se produce debido al cambio de horario de verano, por lo que su hora se debe configurar manualmente –cosa que no hicieron los dueños– y por tanto se muestra así.
Yohali Reséndiz, periodista del Grupo Imagen y ganadora del Premio México de Periodismo por sus investigaciones que en 2015 ayudaron a atrapar al criminal de una mujer, confirmó esto en su entrevista con un diario mexicano y en una nota en su blog personal, donde afirma que tuvo acceso a pruebas toxicológicas y de peritaje de la supuesta víctima. Ella declara:
»Además tuve acceso a una prueba toxicológica, también tuve acceso a una prueba que le hacen acceso a ella en cuanto al médico legista donde arroja negativo al semen».
También dice que esas mismas pruebas toxicológicas dan positivo a 3 drogas distintas: LSD, marihuana y cocaína. Además de la presencia de drogas en el organismo de la supuesta víctima, también había alcohol.
Doble cara
Debido a su denuncia de esto, declara que ha sido víctima de ataques en las redes sociales.
»Me han incluso escrito que merezco que me violen multitudinariamente los policías para que yo pueda tener empatía con la víctima, con la menor de edad» dijo esta periodista en El Heraldo de México Radio.
Parece que para ella no hay sororidad. Además de todo esto, es menester recordar que esto fue lo que desencadenó mayor indignación. Fue el detonante de los desastres que ha vivido México en los últimos días. Por ejemplo, los daños a propiedad pública como el daño que costó un millón de pesos al Metrobús de Ciudad de México, el daño a monumentos e incluso a la integridad personal, como ocurrió con el periodista Juan Manuel Jiménez y al Secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta.
Flagrante hipocresía
Además, cabe destacar una vivaz hipocresía sobre estas protestas. En primer lugar, las feministas se comportan de manera explícitamente criminal cuando protestan contra sujetos peligrosos. En segundo lugar, la violencia en México es un problema de carácter general que además afecta mucho más a los hombres que a las mujeres. De 54 delitos tipificados del fuero común, en 36 los hombres son los principales afectados en comparación a 17 de las mujeres. Sólo en una categoría ambos sexos son afectados por igual.
De 35964 homicidios en México para el 2018, el 89% eran hombres, es decir, 8.77 veces más donde eran mayoría en todas las causas de defunción que van desde ahorcamiento, con armas de fuego y fuerza corporal hasta por uso de sustancias químicas y gases en su contra de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística mexicano.
En tercer lugar, aunque las feministas tienen un sesgo de identidad tremendo sobre las mujeres, las mismas feministas han agredido a una periodista que después de averiguar y tener acceso a pruebas, disiente de esta historia.
Las feministas tendrían pues que dejar de tener tantas contradicciones, que pese a ellas han logrado conseguir mucho. Claudia Sheinbaum, gobernadora de Ciudad de México, dijo que no criminalizará las manifestaciones feministas a pesar del daño tan profundo que han provocado.
Ha pasado ya un mes desde este suceso. Sin embargo, en comparación a la controversia que desató hace apenas poco más de 30 días, parece bastante olvidado. Además de que ya no se pide justicia por la »víctima», ninguna integrante ha dicho nada por la evidencia. La »víctima» tampoco ha dado más declaraciones. ¿Qué piensas al respecto?