Estados Unidos evalúa catalogar a China como un Estado genocida
Ya habiendo advertido sobre la consideración de clasificar el abuso de China al pueblo uigur como genocidio, hoy la nominada como embajadora ante la ONU reveló que están haciendo las revisiones pertinentes para cumplirlo.
En los últimos días de gobierno del expresidente Donald Trump, Mike Pompeo acusó a China de cometer «genocidio y crímenes contra la humanidad». Todo nace en los actos de represión contra la etnia uigur, que transcurren en la región de Xinjiang señaló en Diciembre el exsecretario de Estado. Pompeo acreditó las afirmaciones con una «exhaustiva documentación sobre las políticas de China, sus prácticas y abusos en Xinjiang», repasadas por él mismo. Reuters confirmó las declaraciones obteniendo los testimonios de varios funcionarios estadounidenses en llamada con la prensa. El día después, terminó siendo descalificado públicamente por la ministra de Asuntos Exteriores de China, quien llamó a Pompeo «payaso del apocalipsis». Eso no alteró la posición de Pompeo, quien afirmó hasta el final que el genocidio es real. «Creo que este genocidio está ocurriendo, y nosotros estamos atestiguando un intento sistemático de destruir a los uigures» declaró Pompeo el pasado 19.
Siendo una de las pocas cosas en las que coinciden ambas administraciones, Biden continuará con la postura sostenida por Pompeo para las acciones de China. La candidata del presidente Joe Biden para ser embajadora ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, reveló que el Departamento de Estado de EEUU evalúa declarar oficialmente a los actos de China como genocidio. «Lo que están haciendo allí se llama genocidio, y sé que el Departamento de Estado lo está revisando mientras hablamos. Lo que están haciendo es horrible y espero ver los resultados de la revisión» dijo Thomas durante sus audiencias de confirmación en el senado. Mientras tanto y de forma discordante, hoy el Departamento del Tesoro permite el fortalecimiento de las fuerzas represoras de China flexibilizando sus transacciones. Resulta en un movimiento extraño porque las condenas públicas de Estados Unidos hacia China no son coherentes con el fortalecimiento de su poder de fuego.