Guillermo Lasso asume la presidencia y anuncia ola de privatizaciones
El nuevo presidente de Ecuador de orientación liberal-conservadora ya fue investido y anunció que venderá el Banco del Pacífico, hará concesiones de carreteras, tres refinerías petroleras y la telefónica estatal ecuatoriana.
Mes y medio pasó desde que Guillermo Lasso, candidato presidencial, banquero y empresario ecuatoriano con 45 años de trayectoria, le ganó al progresista Rafael Arauz. Este último candidato es el heraldo de Rafael Correa, expresidente de Ecuador sentenciado a 8 años de cárcel por corrupción y con pedido de captura. Su plan de gobierno tiene una marcada orientación liberal en economía, exhibiendo fines de atraer inversión y facilitar el comercio exterior de Ecuador. Formalmente, el documento presentado al Consejo Nacional Electoral propone rebajar aranceles a materias primas por ser 11.5 veces y 22 veces más altos que los de Chile y Perú respectivamente. Del mismo modo, proponen recortar los gravámenes fiscales a los bienes de capital, entre 16 y 87 veces más altos respecto de sus vecinos. Aunado a esto, el plan de Lasso propone liberar el sistema financiero, eliminar impuestos y procesos burocráticos.
El objetivo declarado es —además de lograr el ‘‘libre comercio con la mayor cantidad de países’’— fomentar la creación de empresas. Lasso señala que la preocupación de las empresas no debe ser superar trabas y obstáculos que surgen el Estado y que los desincentivos deben desaparecer. Actualmente y según el reporte Doing Business 2020 del Banco Mundial, una PYME (pequeña-mediana empresa) ecuatoriana tarda 49 días en abrir. El nuevo presidente quiere que este tiempo se reduzca en un 85%: a por lo menos una semana. Saliendo del ámbito económico y aun sin asumir, el mandatario puso a trabajar a su equipo a trabajar en un Código de Ética vinculante que ponga fin al personalismo. Por citar algunos ejemplos, los empleados públicos no podrán dar regalos a las autoridades; no habrá cuadros de políticos en edificios públicos ni estatuas.
Privatizaciones e inversión con Lasso: ¿Qué sabemos?
Naturalmente, Lasso debía hacer una reforma institucional para constreñir la actuación de los actores políticos por las secuelas del pasado. La corrupción alcanzó como mínimo un costo de 40.000 millones de dólares según la Secretaría Anticorrupción y, según datos del BID, el malgasto de los fondos públicos rayaba anualmente en el 7% del PIB. “Nuestros gobernantes nos han fallado, no han sabido estar a la altura de la gente” dijo Lasso en su discurso de asunción presidencial. “Este nuevo siglo de republicanismo que estamos a punto de arrancar termina la era de los caudillos. Termina la era de los caudillos” afirmó Lasso, refiriéndose al fin de un deterioro político comenzado en 1997 y agravado en 2007. Entre 1997 y 2007 hubo siete presidentes, tres fueron derrocados y cuando terminó la inestabilidad, llegó el correísmo, cuyo líder es buscado por la justicia.
El día antes de su toma de posesión, Lasso formó parte del Foro Iberoamericano Desafíos de la Libertad en América Latina, hecho con motivo a su investidura. Adelantó que tiene la intención de privatizar administrativamente las tres refinerías petroleras del país a través de un marco de concesiones. Busca aumentar la refinación efectiva, que según él solo alcanza 110.000 barriles diarios de los 300.000 que reciben. Más decididamente dijo que la Corporación Nacional de Telecomunicaciones debe ‘‘ser transferida al sector privado’’ porque ‘‘no hay otro camino’’. Del mismo modo transferirá la gestión de carreteras al sector privado local e internacional porque ‘‘no hay un dólar en la caja fiscal’’. Por último, Lasso anunció que quiere vender el estatal Banco del Pacífico a inversionistas internacionales a través de un concurso, similar a su homólogo Jair Bolsonaro quien también asistió al evento.