Manifestantes del paro derriban estatua de Cristóbal Colón en Barranquilla
Un grupo de protestantes en Barranquilla (Colombia) destruyó una estatua del histórico navegante Cristóbal Colón inaugurada en 1892 al grito de asesino para después escribirle con aerógrafo ‘‘por nuestros muertos’’ y arrastrar su cabeza por las calles.
Ayer, un grupo de manifestantes tumbaron la estatua del navegante genovés Cristóbal Colón dispuesta en la ciudad de Barranquilla, en Colombia. Los vándalos se encontraban conmemorando el segundo mes de paro en una marcha donde participaron aproximadamente 500 personas. Un grupo de ellos ató cuerdas al cuerpo de la estatua y amarró una soga al cuello para tumbarla y desplazarla de su pedestal.
Una vez en el suelo, los manifestantes la destruyeron separando la cabeza del cuerpo y escribieron la frase «por nuestros muertos» en la superficie. Hasta el 27 de mayo, el paro sumaba un coste diario de 484.000 mil millones de pesos por cese forzoso de operaciones e imposibilidad de entrega de mercancías. Solo en las primeras dos semanas las ventas se redujeron un 90%, mermando los flujos de caja y causando 300.000 despidos de trabajadores.
La cabeza quitada a la estatua de Cristóbal Colón es ahora arrastrada por la calle Murillo. #Barranquilla pic.twitter.com/7IOesds6YV
— ADN Barranquilla (@adnbarranquilla) June 28, 2021
En el período de actividad del paro y en la última fecha de censo, 40.000 negocios cerraron definitivamente nada más en el sector comercial. Pero saliendo de la destrucción económica, estamos viendo la pérdida de patrimonio cultural y arquitectónico.
La estatua fue donada a Barranquilla por parte de la colonia italiana de la ciudad en 1892 con motivo de los 400 años de descubrimiento de América. Aguardó en un taller durante 18 años hasta que se ubicó en 1910 en el Paseo Bolívar (anteriormente Paseo Colón), pero no fue su último destino. Para 1937 la estatua de Colón se trasladó a la plaza de San Nicolás, permaneciendo allí por más de cinco décadas.
Más tarde, en los años 90, la estatua fue trasladada al lugar donde finalmente se destruyó, en el barrio Boston. Otros monumentos como el de Gonzalo Jiménez de Quesada (Bogotá) y Sebastián de Benalcázar (Cali) también sufrieron daños en las jornadas de paro.