Rowan Atkinson comparó la cultura de cancelación con turbas medievales

Gina Carano es el caso más reciente de personas que sufren los efectos de la cultura de cancelación: el boicot contra personas naturales o jurídicas por considerárseles admisibles. Para la actriz, que también es modelo y luchadora de MMA, lo que le valió el repudio tanto de sus antiguos admiradores como de Hollywood fueron sus posturas conservadoras. Pero, en esencia, la gota que derramó el vaso fue decir que el odio hacia los judíos por su origen étnico y creencias religiosas no es distinto del odio político. ‘‘¿En qué se diferencia eso de odiar a alguien por sus opiniones políticas?’’ increpó en una historia de Instagram que debió borrar por la ola de críticas recibida, y luego fue despedida por Disney tachándola de antisemita. El Caso Carano dejó una incógnita: ¿Qué otros artistas no son cultural ni políticamente de izquierda? Rowan Atkinson es uno de ellos.

Lo conocemos por sus papeles en las series filmográficas de Mr. Bean, Johnny English, por hacer la voz de Zazu (Rey León) pero muy poco por sus opiniones sobre la sociedad. Esto, no obstante, cambió cuando tuvo una entrevista con Radio Times donde criticó tendencias culturales decadentes y el rol de las redes sociales en la polarización. ‘‘El problema que tenemos online es que un algoritmo decide lo que queremos ver, lo que acaba creando una visión binaria y simplista de la sociedad’’ expresó Atkinson. Añadió que todo se convierte en ‘‘una situación donde estás con nosotros o contra nosotros’’ y que, si te declaras en contra, terminas siendo cancelado. Aun cuando el encuentro original transcurrió el 4 de Enero e inicialmente hablaron sobre la posibilidad de reiniciar el sitcom británico Blackadder (90’s), la viralidad de sus posiciones hizo que se volviera a difundir recientemente.

Atkinson… ¿Antiprogresista?

Para el veterano actor de 66 años, lo que ocurre en las redes sociales es preocupante para el futuro de la libertad de expresión. Lamentó que modas como la cultura de cancelación estén en pleno auge y comparó a los guerreros de teclados con turbas medievales que linchan personas. ‘‘Es importante que estemos expuestos a un amplio espectro de opiniones… Pero lo que tenemos ahora es el equivalente digital de una turba medieval que va por las calles buscando a quien quemar’’ comparó Atkinson.  Concluyó  que eso provoca miedo a cualquiera que sea víctima de esa turba y a él en lo personal le ‘‘llena de miedo sobre el futuro’’ al que nos lleva como sociedad. Sus opiniones se producen después de que artistas y gente influyente del Reino Unido se organizaran para declararse en contra de la cultura de cancelación.

Entre los firmantes se encuentran individuos bastante dispares entre sí, como la escritora J.K Rowling (que también sufrió los efectos de la cultura de cancelación). La última vez que fue criticada de forma masiva ocurrió cuando anunció que el villano de su nuevo libro era travesti. Como reacción al anuncio que consideraron «desagradable», muchos de sus seguidores e internautas de la comunidad LGBT le acusaron de tránsfoba. Otros firmantes son el filósofo «socialista libertario» Noam Chomsky, el ex-campeón mundial de ajedrez Garry Kasparov y el psicólogo social Jonathan Haidt. Aunque Rowan Atkinson no integra el grupo de firmantes ni se ha pronunciado sobre el movimiento, ciertamente su posicionamiento actual deviene de ese conflicto. A diferencia de otros artistas, su opinión —dada en una sociedad más notablemente conservadora— pasó de forma intrascendente ante el público, pero merece darse a conocer.