Brasil apuesta por seguir eliminando impuestos para atraer inversión

En los próximos meses Brasil puede experimentar otra drástica reducción de impuestos, según su ministro de Economía, Paulo Guedes. La nueva propuesta del gobierno de Jair Bolsonaro se concentra esta vez en atraer inversión extranjera mediante incentivos fiscales con objetivos específicos. Los altos tipos de interés que tiene el país actualmente con un interés referencial del 10,75%, combatieron la inflación reduciendo la expansión de crédito.

Desde 2017, cuando subieron los tipos, la inflación cayó al 3%. Por un lado, es bueno porque el país gozó de buena protección al poder adquisitivo, pero aumenta excesivamente los costes de financiamiento. En vez de activar la oferta crediticia del Banco Central de Brasil, al cual Bolsonaro le concedió su independencia el año pasado, apostaron por atraer inversión extranjera. Esta es la intención de Guedes, economista responsable de la política económica del país.

Las políticas de este estilo permitieron a Brasil ser el cuarto destino mundial de inversiones en 2019, imponiéndose como un gran atractor. No obstante, las rebajas se dirigen a impuestos a la renta personal, impuestos a combustibles y Brasil atrae por sus muestras de apoyo al mercado, como las privatizaciones. Con el nuevo plan, dice Guedes, buscan ‘‘aumentar el acceso de las empresas brasileñas al capital extranjero’’ rectificando el tratamiento tributario.

Lo que cambian son los tratamientos de las inversiones de portafolio, que apoyan a las empresas mediante el mercado financiero. Quienes compran títulos emitidos por empresas pagan impuestos del 15% sobre las ganancias de capital y del 15% al 22,5% por los rendimientos de bonos. Los beneficios esperados son dos, según funcionarios del Ministerio de Economía: fortalecer el real y reducir costes de financiamiento.