Jair Bolsonaro concede independencia al Banco Central de Brasil

La evidencia establece que países que tengan sistemas financieros con Bancos Centrales independientes son superiores a los que los están bajo control político. Generalmente, la autonomía de los bancos centrales (de existir) está asocia con baja inflación, tipos de cambio más bajos y déficits fiscales reducidos. Jair Bolsonaro cerró un capítulo abierto por primera vez en 1991 convirtiendo en Ley un proyecto que, precisamente, independiza del Estado al Banco Central brasileño. El mandatario dio un paso en la dirección correcta con las intenciones de proteger al organismo de la presión de los partidos políticos e insensibilizarlo a los cambios de poder. La Ley se aprobó dos semanas antes por el Congreso Nacional. La Cámara Baja aprobó con un ratio de 3 votos a 1 y el Senado aprobó con 4 votos a 1 antes de sancionarse finalmente.

‘‘Sancionamos una ley que garantiza la autonomía del Banco Central de Brasil, tema discutido durante más de 30 años en el Congreso Nacional’’ avisó Bolsonaro. Conseguir la independencia de la autoridad monetaria entró en las prioridades de Bolsonaro, al punto de que entró en su lista de lineamientos prioritarios de gobierno. Ahora, el directorio del Banco Central no comenzará sus mandatos al mismo tiempo que el Presidente de la República: lo harán de forma escalonada. A diferencia de antes, no estará anexado a la cartera ministerial a través del Ministerio de Economía, y los directores no podrán ser removidos discrecionalmente. Las únicas condiciones establecidas para ello son la renuncia, incapacidad médica y la condena con sentencia firme o inapelable. También puede ser removido por mal desempeño, pero deben estar de acuerdo los directores, el Poder Ejecutivo y el Senado para ello.

Autonomía al Banco Central: ¿Cuánta?

João Ayres, economista del Departamento de Investigación del BID, escribió un artículo bastante interesante sobre el caso específico de Brasil y su banca central. Ayres demostró que las tasas de crecimiento de la base monetaria (expandida para financiar gasto público) eran casi completamente proporcionales a la inflación. No solo eso, también explica que a lo largo del tiempo la cantidad de grupos de presión se fueron expandiendo y, con ellos, también los representantes que enviaban al Consejo Monetario Nacional. En un punto llegó a incluir nada más ni nada menos que 26 integrantes, los cuales empeoraron a su llegada la situación de las tasas de inflación. Aunque a partir de 1994 con el Plan Real lograron reducir en un 90% la cantidad de lobistas y acrecentaron la autonomía, históricamente fue limitada. Con la actual reforma, Bolsonaro reconoce que ‘‘renuncia a un poder’’ para generar confianza en los inversores.

Hemos de advertir que aunque efectivamente Bolsonaro incrementó bastante la autonomía del Banco Central y va bien encaminado, sigue sin estar completamente definida. Según informa Globo, Bolsonaro vetó dos partes que, en su intencionalidad legislativa, aparentan buscar reducir los niveles de nepotismo presentes en el órgano. Una de las partes prohibía a los directivos del Banco Central ejercer otros cargos públicos (excepto de profesores), de forma que no puedan extender sus intereses a otras entidades. La otra parte impedía que los directivos mantuvieran participación accionaria directa o indirectamente en instituciones del sistema financiero bajo la supervisión del Banco Central. Esta incompatibilidad se extiende a cónyuges y familiares de hasta segundo grado (hermanos, nietos, padres, suegros), asegurando la independencia de orden inverso. Igualmente, no se resta mérito a este paso que, al igual que otros, conducen a mayores grados de restricciones al poder político.