Cazarlos y matarlos de hambre: la ofensiva de Bukele contra los criminales

Es difícil decir si pretende erradicar la delincuencia matando a los criminales, disuadiéndolos de cometer crímenes o ambas cosas. Lo que sí es cierto es que Nayib Bukele envió hace pocas horas una contundente amenaza contra los delincuentes tras establecer un estado de excepción. El 27 de marzo Bukele ordenó al Director General de Centros Penales resolver una emergencia nacional en todas las cárceles del país manteniendo las celdas cerradas.

‘‘Mensaje para las pandillas: por sus acciones, ahora sus homeboys no podrán ver ni un rayo de sol’’ fue la primera advertencia. A siete días de empezar, escaló a un punto más intenso. El presidente salvadoreño, que usa las redes sociales como fuerte de relaciones públicas incluso para atraer inversores, amenazó nuevamente a los criminales hoy. Dijo que, si siguen cometiendo crímenes, los va a cazar como lo hizo con más de 5.000 delincuentes.

‘‘Para los pandilleros que están pensando realizar algún ataque contra la población: mejor ni lo piensen advirtió el mandatario salvadoreño’’ hoy. Bukele aportó datos de que la Policía Nacional Civil (PNC) y las Fuerzas Armadas de El Salvador realizaron 5,184 arrestos de pandilleros en una semana. Durante la creciente pugna entre las pandillas y las fuerzas de seguridad, Bukele usa a los pandilleros encarcelados como rehenes para disuadir a sus camaradas.

‘‘Si lo hacen, no solo los cazaremos a todos, sino que eliminaremos la alimentación en los centros penales, adonde irán a parar los sobrevivientes’’ advirtió. Aúna las amenazas con vivir ‘‘sin colchonetas, durmiendo en el suelo, hacinados, sin insumos de limpieza personal’’ por lo menos 30 años. Su política contra la delincuencia establece varios paralelismos con Filipinas, donde aumenta la popularidad del mandatario y disminuyen rápidamente los homicidios.