Bolsonaro firma la «Declaración de libertad económica»
Un importante suceso ha ocurrido en Brasil, el presidente Jair Bolsonaro firmó la llamada Declaración de libertad económica.
Es un hecho que Brasil ha experimentado un cambio liberador desde que el presidente Jair Bolsonaro ganó las elecciones.
Dio al mundo una breve demostración de sus intenciones de sacar al país del agujero socialista en el que nos encontramos cuando, pocas semanas después de ganar, declaró que el gobierno brasileño ya no subvencionaría al régimen cubano a través del programa explotador Más Médicos.
La administración de Bolsonaro completó recientemente sus primeros 100 días, y durante este período surgieron numerosas medidas de liberalización.
Los derechos de armas para los civiles se están expandiendo; la educación en el hogar está lista para ser reconocida legalmente; se terminaron algunas regulaciones de matanza de empleos; las conversaciones sobre la privatización de empresas estatales gigantes como Petrobras y Correios han ganado terreno; la reforma de pensiones tuvo su primera aprobación en el Congreso, y así sucesivamente.
Parece que estamos en camino de replicar el milagro chileno.
Sin embargo, si tuviera que tomar una sola acción tomada por su equipo económico para demostrar mejor a mis amigos extranjeros el impulso pro-libertad que Brasil está experimentando en este momento, sería la llamada declaración de libertad económica que se acaba de firmar.
Concebido por el fundador del Instituto Mises Brasil, Hélio Beltrão, en colaboración con miembros del Ministerio de Economía, la Ley Provisional Ejecutiva es un conjunto de reglas diseñadas para impulsar la libre empresa e imponer límites a la intervención del gobierno sobre las pequeñas empresas.
Tiene un período de validación de 120 días antes de que el Congreso vote sobre su implementación permanente.
17 Principios de la libertad económica en Brasil
Aquí están los 17 principios de libertad que impulsan el documento:
- Libertad contra la burocracia: para eliminar las certificaciones innecesarias requeridas por los agentes estatales.
- Libertad para trabajar y producir: para evitar acciones de sindicatos o agencias que restringen el funcionamiento de pequeñas empresas o que intervienen en sus políticas.
- Libertad para establecer precios: para evitar que las facturas se manipulen para que no se creen monopolios.
- Libertad contra la arbitrariedad: para evitar que los agentes estatales beneficien a un empresario a expensas de otros.
- Libertad para ser presumido de buena fe: para garantizar que se respeten los contratos y los acuerdos privados cuando la interpretación de una ley o derecho no esté clara.
- Libertad para modernizar: las regulaciones obsoletas no pueden gobernar las empresas modernas.
- Libertad para innovar: no se requiere una licencia mientras la compañía aún está probando, desarrollando o implementando un producto o servicio que no sea de alto riesgo.
- Libertad de acuerdo: si dos partes acuerdan el contrato, no se puede tomar ninguna acción judicial para alterarlo.
- Libertad para no quedar sin respuesta: cada licencia o solicitud deberá tener un tiempo máximo que, cuando se cumpla, significará la aprobación en silencio.
- Libertad para volverse digital: todos los papeles se digitalizarán para que las compañías no tengan costos en el almacenamiento de documentos.
- Libertad para crecer: para garantizar el acceso de las pequeñas empresas al mercado de capitales.
- Libertad para esforzarse: para proteger a los dueños de negocios y empresarios de ser juzgados como villanos antes de una clara demostración de su culpabilidad;
- Libertad para redactar contratos con estándares internacionales: para limitar los casos en que las decisiones judiciales pueden alterar los contratos.
- Libertad contra el abuso: para evitar que los agentes estatales emitan comentarios y reglamentos abusivos;
- Libertad contra la regulación económica: no se puede emitir ninguna regulación económica sin un análisis consistente de su impacto;
- Libertad de regulación corporativa: las asociaciones comerciales serán legalizadas;
- Libertad de riesgos contractuales: el derecho de dos partes a acordar la asignación de riesgos en los contratos será lícito y respetado.
Además de los resultados económicos esperados de la implementación del decreto, también tendrá un impacto positivo en nuestra mentalidad.
Durante muchas décadas, a los brasileños se les ha enseñado sistemáticamente innumerables falacias económicas que dicen que el capitalismo genera pobreza y que el estado es la única entidad capaz de estimular la economía.
A pesar de los numerosos ejemplos de exitosas sociedades capitalistas en el mundo, todavía hay personas aquí (muchas de ellas licenciadas en economía, lamento decirlo) que no pueden ver la correlación entre la libertad económica y el bienestar.
Superar nuestra mentalidad anticapitalista de larga data será el mejor aspecto de la implementación de las 17 reglas de la declaración de libertad económica.
Sin lugar a dudas, este nuevo acto provisional de libertad económica ya es el resultado de todo un proceso de educación y conciencia pro-libertad que comenzó hace un par de años cuando Brasil aún estaba gobernado por marxistas acérrimos.
Es gratificante ver el poder de las ideas reverberando en medidas que sacarán a millones de brasileños de la pobreza y el desempleo.
Este artículo apareció por primera vez en FEE por Rafael Ribeiro.