OCDE: El cheque escolar es garantía de libertad educativa
Un reciente estudio prospectivo del Departamento de Educación de la OCDE vincula el cheque escolar, los controles de educación y la libertad educativa
Pasado un poco desapercibido, un reciente estudio prospectivo del Departamento de Educación de la OCDE relaciona el control de la educación y la libertad educativa («Elección de escuela y comprobantes escolares, una perspectiva de la OCDE«) .
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En veinte páginas dedicadas al tema, la OCDE audazmente hace hincapié en que el establecimiento del cheque escolar (vouchers) es la manera de promover la libertad de enseñanza real. En juego: ni más ni menos que el éxito académico en sentido amplio, es decir, la igualdad de oportunidades, la calidad de la educación y la innovación escolar.
Parece que cuanto más maximizamos la libertad de escolaridad, más minimizamos el riesgo de fracaso escolar: está abierto a la reflexión, especialmente en Colombia, donde la apertura y control de las escuelas independientes siempre son pisoteados por el gobierno cuando este dice que no están acreditados.
De hecho, la OCDE destaca que la libertad de enseñanza no puede ser de ninguna manera una fachada de actitud: debe ser totalmente aceptado e incluso promovida por los Estados para ser una oferta «real, relevante y significativa» a los ojos de los padres que, al final, siempre deben tener la última palabra sobre el tipo de escuela en la que desean educar a sus hijos.
Cheque escolar la mejor alternativa para la educación en Colombia
Si el cheque escolar es la única forma de ofrecer una opción real de escolaridad a los padres a los ojos de la OCDE, permitiría que todos los actores de la educación participen en el sistema y los obligaría a un objetivo común. Por ejemplo, la generalización de la verificación educativa significaría que las escuelas privadas recibirían fondos públicos para beneficiarse de una verdadera igualdad de medios, y que las escuelas públicas tengan acceso a una verdadera autonomía para poder ofrecer la oferta educativa que parece ser más relevante para ellos. ¡En Colombia, este sistema sería una verdadera revolución!
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Sobre este último punto, la OCDE subraya que el derecho a los fondos públicos que las escuelas privadas disfrutarían no estaría exento de obligaciones: el deber de dar la bienvenida a todos los públicos sin discriminación, el respeto de las normas de todo tipo impuestas a los establecimientos públicos, etc.
La OCDE continúa su análisis con otro punto interesante: la calidad de la información dada y / o comprendida por los padres pesa sobre la efectividad de la libertad educativa. Por lo tanto, incluso en países donde existe libertad educativa y lejos de consideraciones financieras, los padres no siempre son conscientes de que pueden elegir diferentes sistemas escolares por falta de información, lo que contribuye a la falta de desarrollo de este sistema.
Otra lección que debe extraerse de este informe es que la verdadera libertad educativa, es decir, establecida a través del control educativo, no solo beneficiaría a las élites sino que además reforzaría la igualdad de oportunidades. Y la OCDE cita las salvaguardas establecidas por los países que han generalizado este sistema, especialmente Bélgica.
La autonomía y el empoderamiento de todos los actores interesados -padres, estudiantes, actores locales, instituciones- aparecen como las palabras clave de un sistema educativo gratuito que garantiza todo el éxito y la excelencia.
Pero si el nivel de toma de decisiones debe estar más cerca del terreno, y la oferta educativa se adapta a la expresión de las necesidades locales, la OCDE enfatiza que la libertad educativa no puede prescindir de la supervisión de los estados. Les instruye a inculcar una visión estratégica global y líneas generales de conducta, creando un ambiente de apoyo para las escuelas y las redes educativas en toda su diversidad. A cumplir más el rol de vigilar más no dirigir.
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