Guaidó acepta que el uso de la fuerza es necesario para salir de Maduro
Después de casi 12 meses, el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, acepta que el uso de la fuerza es necesario para desplazar al régimen.
Aunque pueda parecer una profecía cumplida, no lo es, es un vaticinio de lo. ¿Llega tarde Guaidó? Sí, bastante tarde. Demos un corto y conciso repaso a a los acontecimientos previos: ¿Recuerdan el artículo donde publicamos que la marcha del 16N en Venezuela sería un fracaso? Y el otro artículo explicando que efectivamente la marcha convocada por Guaidó fue un fracaso.
El fracaso se centraba principalmente en que los asistentes no llegaban ni al 3% de la población o al 4% de los votantes. Después sinteticé ambos textos para unirlos en un ensayo de 2500 palabras, explicando el «por qué fracasó» y «el cómo fracasó»
Bien, pues al final, el propio Guaidó aceptó que hace falta fuerza para salir del régimen y que las marchas que él mismo había convocado eran una solución poco realista. Sí, admitió que lo que él mismo convocó no sirvió. Lo que era obvio se convirtió en una realidad para él y en un riesgo que varios ciudadanos incautos tomaron… Para nada, y él mismo lo reconoció.
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En una asamblea de vecinos −forma de organización similar a los vecinos que ha estado utilizando desde mediados de año− en Caracas, él afirmó que el uso de la fuerza es necesaria según el medio El Nacional. Además, señaló que hay una proporción considerable de la población que prefiere la vía armada. Le dijo a los presentes que la opción de las marchas sin retorno (que él mismo había convocado) era poco realista, de acuerdo a Diario Las Américas y El Nacional.
¡Hoy #VenezuelaSeLevantó #HastaLograrlo !
Hoy #16N tenemos victoria de toda Venezuela en las calles, movilizados en 22 estados del país.
Es nuestro momento como ciudadanos de insistir hasta que el poder de las armas esté del lado de la constitución y abandone al dictador. pic.twitter.com/lk3RmJHRV5
— Juan Guaidó (@jguaido) 17 de noviembre de 2019
Esto haría que el presidente interino caiga en una contradicción con el discurso que ha tenido todo el año.