Bolsonaro efectúa la mayor reducción de impuestos en medio siglo
Jair Bolsonaro puso en marcha la reforma fiscal más impactante de Brasil en 55 años: 5.6 millones de brasileños quedan libres pagar el impuesto sobre la renta, eliminó los impuestos sobre las utilidades para pequeños empresarios y planea una reducción general de la carga sobre las empresas.
La Secretaría Especial de Comunicación Social de la Presidencia de Brasil (Secom) anunció un nuevo hito en la administración de Jair Bolsonaro. Acorde con la información del organismo de comunicación ejecutiva, el presidente brasileño ejecutó la mayor reducción de impuestos desde 1966. Como tal, la reforma es una actualización de la tabla del impuesto sobre la renta y de sus deducciones aunada a una eliminación parcial de los impuestos a las ganancias del capital.
Brasil actualmente tiene el segundo marco fiscal más complejo del mundo en cuanto a tramitación, guías, validación, pagos, auditorías y apelaciones. En general, tiene el tercer sistema fiscal más arduo de afrontar del mundo sumando lo anterior a la cantidad y variedad de impuestos a pagar. Claro, a eso debemos añadirle el trato desigual de las instituciones, la falta de incentivos, las regalías y la ausencia de recuperaciones para empresas.
Concretamente, el recorte exime de impuestos sobre la renta a quienes ganen menos de 2.500 reales al mes (506.61 US$). Acompañando ello, las tasas de tributación se mueven para que el grueso de los tributantes pague menos impuestos alejándolos del tipo máximo impositivo. Por ejemplo, anteriormente las personas que ganaran 4664.68 reales o más recibían el máximo de 27.5%, pero ahora pagan el 22.5% (cinco puntos menos).
Lo mismo ocurre en otras bandas: quienes antes ganaban 3750 reales y se les gravaba el 22.5%, ahora soportan una carga del 15%, y así sucesivamente. Quienes salen más beneficiados son los más pobres: antes tan solo desde los 1904 reales (385.83 US$) se gravaba 7.5% de impuesto sobre la renta. De hecho, la actualización de la tabla de ISLR (o IRPF) deja libres de impuestos sobre la renta a 5.6 millones de personas.
El impacto del ataque contra los impuestos en Brasil
Si bien hay 5.6 millones de personas que no serán gravadas —rescatándose hasta 12.325 millones de reales—, los beneficios se extienden. Las exenciones, el desplazamiento de los umbrales y el aumento en las deducciones fiscales aliviarán a todos los contribuyentes brasileños. Actualmente, solo la exoneración del IRPF beneficia a 16.3 millones de personas en total sin contabilizar las exenciones, que benefician a otros 13.7 millones.
Aun pagando los impuestos, quienes ingresen de 3.000 a 4.500 reales tendrán deducciones del 60.6% al 29.3% del monto amparados en reducciones considerables. Como mínimo hay una deducción del 3.1% para las rentas superiores a los 20.000 reales, algo que no se vio ni siquiera en los Estados Unidos con la reforma de Trump. ‘‘Para quienes se remuneran con utilidades y dividendos empresariales, la reforma crea un rango de exención para los pequeños empresarios’’ informa la Secom.
Esto es apenas el principio: la reforma ejecutará una reducción de impuestos para todas las empresas, en dos pasos y con fin en 2023. La primera reducción irá del 15% al 12.5% en 2022 y del 12.5% al 10% en 2023, esperando que las empresas aminoren costos. ‘‘Con más recursos en efectivo, es posible invertir más en el negocio y será posible atraer más inversiones extranjeras’’ argumenta el organismo.
14. Em geral, haverá REDUÇÃO DE IMPOSTOS PARA TODAS AS EMPRESAS. A redução será em duas etapas:
– de 15% para 12,5% em 2022;
– de 12,5% para 10% em 2023.
— SecomVc (@secomvc) June 25, 2021
Antes de reducir la carga tributaria directa sobre las empresas, la administración de Bolsonaro reduce la presión sobre los beneficios empresariales. Los pequeños empresarios que ganan 20.000 reales o menos quedan libres de pagar impuestos sobre utilidades y dividendos. Esta es la segunda gran reforma económica de Bolsonaro después de otorgarle la independencia formal al Banco Central de Brasil bajo la asesoría del «chicago boy» Paulo Guedes.