Dictadura cubana ilegaliza protesta programada para el 15 de noviembre

La Marcha Cívica por el Cambio estaba, hasta hoy, agendada para realizarse el próximo 15 de noviembre en La Habana, Cuba. Inadvertidamente, la dictadura cubana declaró como ilegal el evento casi un mes antes de la fecha, vetando la manifestación popular. El día del evento coincide con la apertura del turismo en la isla, siendo estratégico aprovechar la oportunidad para visibilizar los deseos de la población. Las protestas realizadas en la semana del 11 al 18 de julio devolvieron las esperanzas a los cubanos de ser escuchados, pues se viralizaron. No solamente demostraron la fuerza y el alcance al tener presencia en 62 localidades en menos de 24 horas, sino que también repercutieron en sanciones contra cabecillas del régimen e internacionalizaron símbolos de protestas adoptados por los cubanos, como canciones, cánticos y lemas. Lamentablemente, la protesta pacífica ya no tiene autorización y habrá fuerte vigilancia policial.

Según la dictadura cubana, los promotores de la marcha intentan impulsar un cambio de régimen y tienen lazos con “organizaciones subversivas”. De hecho, negaron reconocer la legitimidad de la protesta e indicaron que hay vínculos con «agencias financiadas por el gobierno estadounidense». Adicionalmente remarcaron que la libertad de expresión está limitada por el derecho a la «seguridad colectiva». Sin embargo, las protestas realizadas en Cuba son generalmente pacíficas en un contexto de desarme poblacional y fuerte represión de la dictadura. Los actos de violencia registrados, como los centenares de secuestros y el fallecido reconocido por el régimen, derivan de la propia violencia ejercida por el Estado. Antes de ser negada, la marcha tenía como propósitos pedir la liberación de los presos políticos, detener la represión y exigir respeto por las libertades civiles